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“San Miguel es mi segunda casa”

Siempre recibe de una manera muy grata a todos los que se acercan al club y al Salvucci, nosotros no fuimos su excepción el domingo: Juan Antonio “Gallego” Presedo, un ícono histórico del marrón

Todos lo ven, siempre está haciendo algo por su club, sea en el contexto que sea. De esos que tipos que ya no quedan, o quedan muy pocos (como también Miguel Gianandrea de Athletic).

Hace varias décadas que se involucró en San Miguel y desde entonces no ha faltado a un partido, a un asado, a las reuniones de la Liga o cada lugar donde se lo necesite. Este es un pequeño reconocimiento al Gallego Presedo.

“San Miguel es mi segunda casa, practicamente vivo más en el club que en mi casa”, nos dijo Juan Antonio en una breve pero linda charla que tuvimos posterior a la final de ida contra EFIN.

Cuando consultamos sobre sus comienzos en el marrón, nos contó que llegó “como socio cuando diez o doce leones lo fundaron, ya que en ese momento jugaba en Club San Telmo”.

Y como toda historia de amor, siempre hay lindos y malos recuerdos. “El haber vuelto al club y ganar en 1978 el primer campeonato de la Liga Lobense con mis amigos es es el recuerdo más hermoso que tengo”.

“Pero lo más feo es la falta de algunos amigos que estaban comprometidos con el club, pero me dan fuerzas desde el cielo”, nos dice el Gallego, entre lágrimas en los ojos y emocionado.

Y como él mismo lo dice y lo ha dicho en mil ocasiones, reconoció que “el estadio Raúl Salvucci es mi segunda casa”. “Hace muchos años que estoy involucrado, pero desde que me jubilé le dedico más tiempo”.

Por último, nos intrigó saber que piensa la gente cuando lo cruza en el club o en la calle: “Algunos critican porque piensan que te quedas con una moneda, pero tengo la tranquilidad de que nunca saqué un peso de mi club; el resto te felicita y agradece”.

Le preguntamos a su entorno qué significa San Miguel en la vida del gallego y qué representa él mismo en la vida de cada uno, y las respuestas no nos sorprendieron.

“Vive adentro del club, lo hacía desde que trabajaba en el Congreso durante más de 30 años. Corta el pasto, marca la cancha, mantiene al club de pie más allá de ser delegado y dirigir una categoría. Hace lo que está a su alcance y mucho más”, nos dice Alberto Arozarena, amigo y ex presidente del marrón.

“Para mi el galle es como el corazón de San Miguel, puro empuje y sentimiento, disfruta y sufre con el club. Se calienta y lo defiende contra todos y siempre busca lo mejor. Hace que funcione día a día, apoyado mucho en su mujer y sus hijos. Es al que siempre encuentro cuando voy a la institucón y al último que veo cuando me voy. Es su casa”, manifiesta el eterno Francisco Pico.

Franco Adimaro, ex DT de Primera e inferiores, nos cuenta que “el gallego es nuestro emblema, los apellidos Pico y Presedo están asociados al club”. “Él y su familia están a dispocisión siempre, y en lo personal puedo decir que es sumamente fiel y siempre te está apoyando y tirando para adelante”. “Cuando peleábamos por no descender siempre tuvo palabras de aliento, y esas son cosas que no se olvidan. Es nuestros ojos y oídos en la Liga”.

“Mi viejo sin el club no se que sería, y tampoco se qué sería de mi porque gracias a el yo le tomé mucho cariño. Mientras él esté feliz estando ahí adentro toda la familia va a estar feliz. Sanmi es todo para mi viejo”, reconoce su hijo menor Juan, que ha hecho todas las inferiores en el marrón.

“Se la pasa de la mañana hasta la tarde/noche ahí adentro, cuida la cancha como nos cuida a nosotros. Tiene un amor hacia San Miguel que nos lo transmite a todos nosotros, siempre está haciendo algo por el club”, nos dice su hija mayor Pilar.

Y culmina: “Los sábados y domigos lo tenés levantado desde temprano y lo primero que hace es irse al club, sea para ayudar en la cantina, en la organización de los partidos o en lo que sea”.

El legado del gallego se seguirá escribiendo en San Miguel de Las Heras, pero lo cierto es que su marca ya quedó plasmada en las paredes y en el césped marrón.

Un comentario en «“San Miguel es mi segunda casa”»

  • Un grande los valores q les trasmite a los chicos son enormes los gritos dentro de la cancha son para los chicos palabras sagradas tuve la suerte q mi hijo salga dos veces campeón con el y la felicidad q vivimos no tiene precio eternamente agradecido y el año q viene vamos por otro vamos galle viejo

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