DestacadasFútbol

Todo igualado en la ida

Por Carlos Jáuregui, para La Huella deportes

Quedaron a mano, no se pudieron sacar ventaja, y la definición del Torneo Apertura de Primera división, “Copa Apella Campos”, quedó abierta para los segundos 90 minutos que se jugarán en el “Luis Caracoch”.


Athletic y Madreselva igualaron 1 a 1 al cabo de un juego tan destemplado como la tarde del domingo en el Polideportivo del “Decano”.
Se jugó muy poco y nada al fútbol, fueron contadas con los dedos de una sola mano las jugadas bien hilvanadas para llegar al área rival, y los dedos de la otra mano también sobran para contar las situaciones de gol generadas por uno y otro.


A tal punto fue así, que lo más rescatable del clásico rojinegro se redujo a 4 minutos que fueron desde los 32′ del segundo tiempo, cuando Gino Baraldi abrió el marcador para la visita, hasta los 36′ en que Maxi Maglione remató bien fuerte el penal cobrado por el árbitro ante una falta a «Bebu» Ayastuy dentro del área, y anotó la igualdad para los locales.


Antes y después de esa ráfaga de emociones, pasó casi nada, justificándose los protagonistas, jugadores y técnicos, con el argumento de que las finales se juegan así, una frase hecha que muchas veces ha sido derribada por partidos intensos, con muchas situaciones de gol y juego vistoso en pasajes de los partidos.


Lo concreto es que futbolísticamente ninguno de los dos pudo imponer ese funcionamiento que los trajo hasta la final del torneo. Estuvieron muy pendientes de cortar el juego, se repitieron en pelotazos y hubo muchas imprecisiones producto, seguramente, del extremo cuidado que ambos tomaron para no regalarse y tener que pagarlo caro.


Los goles no llegaron como producto de jugadas asociadas ni mucho menos. Gino Baraldi estaba donde tienen que estar los goleadores, para capitalizar un rebote que le cayó en los pies producto de un centro picante de Tomás Martínez, en el corazón del área chica, y definió como él sabe hacerlo dejando sin chance alguna a Maglione.


Y la igualdad fue producto de la reacción de Athletic al verse en desventaja, los pocos minutos en los que logró ser dominador del partido, hubo un contacto e Ignacio Costa, que estaba cerca, decretó el penal que el arquero de Athletic remató fuerte a media altura, venciendo la resistencia del “Tano” Kosicki, especialista, que alcanzó a tocar el balón.


Se verán las caras el fin de semana que viene y ahí habrá campeón. Se conocen demasiado y posiblemente salga otro partido trabado y deslucido, pero con la entrega de los dos equipos, que a la postre fue lo mejor que mostraron en la primera final.


Un párrafo aparte para el arbitraje que fue regular. Una jugada clave del primer tiempo condicionó a Costa para el resto de la etapa y también para algunas decisiones del complemento.
Sin pelota, Villalba le aplicó un puntapié intencional a «Tin» Francavila «en las narices del árbitro, que sacó la amarilla cuando correspondía la roja sin titubeos.
Demasiado groso el error como para no influir en todo lo demás, una pena.