Control motor y estabilización de la zona lumbo pélvica
Hoy llega una nueva edición de bienestar para éste viernes feriado.
¿Cuántas personas sufrimos de dolor de espalda? En algún momento casi todos experimentamos un episodio de éste tipo. Ésta dolencia se ha convertido en cierta «epidemia» de nuestras vidas modernas. La mayoría de las personas sufren dolores de espalda baja. Según la OMS, 8 de cada 10 personas padecen este sufrimiento en alguna etapa de su vida. Todas las actividades, pensamientos y emociones que experimentamos a lo largo de nuestras vidas dejan huellas en nuestros patrones neuro-musculares.
A pesar de que seamos personas activas y saludables, todos nos vemos beneficiados por el movimiento a conciencia que busca restaurar los patrones de movimiento intuitivos y naturales. Pilates es una de las muchas disciplinas de movimiento que contribuyen a ello, es decir, a reeducar el sistema neuro-muscular.
Pero, al empezar a utilizar los equipos de pilates, me di cuenta de que había algo especial y distinto en esta técnica por el apoyo de los mismos y, sobre todo, los resortes. El apoyo de éstos durante los ejercicios de dicha práctica nos permite trabajar con menos esfuerzo y más eficiencia ya que los resortes proporcionan una guía resistida al movimiento y un apoyo. Ellos crean un medio de resistencia en el cual es más fácil desarrollar la propiocepción y conciencia interna necesarias para poder controlar el cuerpo en su medio natural, la fuerza de la gravedad.
Apoyando el peso del cuerpo, los resortes permiten que los músculos globales, que aceleran y desaceleran los movimientos, trabajen con el mismo esfuerzo. De ésta manera, los músculos locales, que proporcionan estabilidad en las zonas más profundas así como la columna, el suelo pélvico y el músculo multífido se hacen más eficientes. Lo que se debe tener en cuenta es que todos los movimientos se practiquen con el mínimo esfuerzo. Procurar, no crear contracciones musculares, sino mantenerse enfocado en los puntos óseos y en la respiración.